domingo, 7 de marzo de 2010

Brunch escandinavo en el Olsen

El domingo pasado little Paco y yo pudimos por fin cumplir con uno de los eventos que queríamos poner en la agenda desde hace mucho tiempo: tomar el brunch en el restaurante Olsen de Madrid un domingo cualquiera. Con la llegada de Dieguete el evento se ha ido postponiendo, pero este domingo surgió de repente, y allá que fuimos.

El local es confortable y amplio (aunque algunas mesas estén un poco pegadas como cada vez es más habitual en los restaurantes en Madrid). El brunch leído en la carta tenía una pinta fabulosa, y lo cierto es que no nos defraudó en absoluto. La primera parte del menú es fija e igual para todo el mundo, y para la segunda parte del menú existen dos opciones. Nosotros pedimos cada uno una distinta, y de esa forma pudimos probarlo todo. Lo mejor del brunch: la polenta, que en principio era lo más arriesgado (es como pedir paella en algún sitio no especializado en arroces, ya intuyes que va a ser una decepción). Y lo peor del brunch, no poder cambiar la copa de cava por una copita de vino; pero claro, entonces no sería un brunch escandinavo.

Como sabía que olvidaría muchas cosas, le hice una foto a la carta, así podéis ver en qué consiste y el precio.





Datos técnicos: Está en la calle del prado 15. Ésta es su página web. Aunque nosotros no lo hicimos, se puede ir con niños pequeños porque no se permite fumar y en algunas mesas cabe perfectamente un carrito (aquí se me nota que Dieguete existe). Los baños son originales y limpios. En cuanto al servicio, nuestra única queja es que fueron lentos (no había prisa en cualquier caso), pero algunos de nuestros vecinos de mesa tuvieron bronca con uno de los camareros (creo que todo el rato el mismo camarero, pero no podría asegurarlo).

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