Qué vi el Finde

Todos los sábados y domingos en Tokio, multitud de fotógrafos, turistas perplejos y simples mirones se unen para ver el espectáculo de tribus urbanas en la estación de Jingu –bashi. La mayoría de estas tribus están formadas por chicas adolescentes de aire gótico muy maquilladas, con los labios pintados de azul y disfrazadas con tafetán negro (parecen una curiosa mezcla de vampiresas dominatrix y enfermeras de cómics).

Muchas de las chicas proceden de ciudades dormitorio y poblaciones de la periferia de Tokio, y por lo visto algunas de ellas sufren acoso en la escuela y se liberan mostrando sus identidades temporales los fines de semana.

Las chicas se divierten, se arreglan y posan ante las cámaras hasta el anochecer, cuando se suben otra vez a los trenes en su retorno a la vida “normal” en sus bloques de viviendas impersonales.

Estas fotos las “robé” yo, porque el pequeño Paco no se sentía muy confortable, y a mí también me daba apuro pedirles que posaran para mi cámara, aunque podéis ver que muchos otros turistas no tenían el mismo problema.