sábado, 23 de junio de 2007

Wicked, Memorias de una Bruja Mala


La protagonista de esta novela de fantasía escrita por Gregory Maguire en 1995 es Elphaba, la que terminaría siendo la malvada bruja del Oeste del Mago de Oz. Wicked nos cuenta cómo y dónde nació Elphaba, dentro de una familia bastante peculiar, con unos padres un tanto marginales, y cómo se desarrolló toda su infancia y adolescencia discriminada por muchas cosas, entre otras porque nadie es capaz de acostumbrarse al extraño color verde de su piel. Elphaba es internamente una persona sensible con grandes sentimientos, y una activista pro-derechos de los Animales (animales con conciencia), que un sector importante de la sociedad de su mágico país quiere tratar como seres sin ningún derecho, sin importar que entre otras cosas puedan hablar. La lucha fundamental es contra el Mago de Oz, un dictador tirano que se ha hecho con el poder de Ozma y que tiene a gran parte de su pueblo engañado con sus gestiones.
Cuando al final del libro Dorothy aparece en la ciudad con su perro Toto volando dentro de un tornado dentro de la casa de sus tíos, todos conocemos ya el trágico final que le espera a la Bruja. El malvado Mago de Oz podrá librarse por fin de uno de sus más fuertes rivales. Y este libro muestra toda la historia desde el punto de vista de la bruja, donde las cosas no son cómo parecen. Y es que ya se sabe que la Historia la escriben los vencedores.

Mi opinión personal es que el libro es muy original, pero se me ha hecho francamente pesado por momentos. Demasiado filosófico y político por tramos. Pero tengo que reconocer que no soy precisamente una adepta a la literatura de fantasía. Es muy posible que a mucha gente le encante (por momentos pensé que era igual de pesado que 'El Señor de Los Anillos', y seguro que hay gente que dirá que es una obra maestra, así que entendería que pensaran lo mismo de éste).

Por cierto, algo que me parece curioso es que se ha hecho un musical de este libro, que triunfa en Broadway desde hace años.

2 comentarios:

Aída P. dijo...

Yo creo que tiene su encanto por la idea del bien y el mal..y la moral. Una historia de minorías quizá

independientemente de lo político que resulte.

Anónimo dijo...

Creo que tienes razón, Aída en que el encanto de la novela radica en ver que el bien y el mal algunas veces no son exactamente lo que nos hacen creer o queremos creer. Las personas somos fácilmente manipulables, y raras veces nos ponemos en la piel de aquellos que consideramos nuestros enemigos.