sábado, 21 de junio de 2008

La Carretera


Hace tiempo expuse aquí una serie de libros que me había recomendado mi amigo Quimbusflestrin, entre los que se encontraba "La Carretera", de Cormac McCarthy. Yo hice un comentario sobre ese libro diciendo que al tratarse de ciencia ficción, dudaba que fuera "my cup of tea", como dicen los ingleses. Quimbusflestrin me aconsejó que no me echara para atrás a la hora de leerlo, así que el pequeño Paco y yo lo compramos hace un par de semanas en la feria del libro de Madrid (junto a un montón más, hasta que nos quedamos sin dinero y con las tarjetas echando humo, momento en que decidimos ponerle freno; aunque esto no viene al caso).

El caso es que empecé a leer el domingo pasado "La Carretera", y ayer lo terminé, y he de decir que he quedado impresionada. Ha sido uno de los libros más duros que he leído en mucho tiempo, y lo acabé llorando a moco tendido (aquí Cipriano dirá que entonces el libro ha cumplido su cometido). Pero también es uno de los libros más bellos que han pasado por mis manos, y la verdad es que a pesar de lo mal que lo he pasado en algunos momentos, estoy encantada de haberlo leído. Ahora mismo el pequelo Paco está volando rumbo a San Francisco, y se ha llevado el libro para el vuelo. Esto y deseando poder comentarlo con él, porque lo que he echado de menos durante su lectura es poder desahogarte con alguien que lo haya leído diciéndole '¡Dios mío! ¿te lo puedes creer?'

Su autor
Cormac McCarthy ganó el premio Pulitzer por este libro, y también ha escrito la novela en la que se basa la exitosa película "No es país para viejos". Con este currículum, yo creo voy a comprarme todos los libros suyos que encuentre. Y más después de leer el artículo de Javier Marías de la semana pasada en el país semanal donde cuenta que él (Marías) es un lector asiduo de McCarthy desde hace muchos años, y que justo sus novelas más famosas ('La Carretera' y 'No es país para viejos') le parecen las peores. ¡Cómo serás las otras!

Por cierto, Javier Marías es el culpable de que yo lea el País Semanal siempre al revés, porque empiezo leyendo siempre su artículo y ya que estoy continúo hacia atrás. No puedo evitarlo.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy duro, pero merece la pena.
Yo también tuve momentos de angustía como no recordaba...