martes, 10 de abril de 2007

“Hijos de los hombres” (Children of men), impresionante documento.




La verdad es que a priori esta peli no tiene grandes alicientes; dirigida por un mejicano, con un título poco atractivo, un cartel donde la palabra insulso se queda cortísima y unas premisas futuristas no muy imaginativas, es fácil verla anunciada en cualquier cine y rápidamente cambiar la mirada hacia cualquier otra parte, taquillera gorda con verruga en la nariz incluida. Pero cuando se traspasan esas barreras y se empieza a ver la peli, todos estos puntos negativos no hacen más que aumentar el efecto sorpresa de lo que estamos viendo. Ya en la primera secuencia, inesperada, impactante, nos enteramos de que no vamos a ver una película más. Poco a poco nos vamos dando cuenta de que aquí no existen premisas preestablecidas como en otras, y a riesgo de quedarme sin ella, aquí me muerdo la lengua para que la acción os pille en bolas igual que me pilló a mí.
Sé que es difícil hacerlo con los nervios de punta, pero si podéis, fijaros en que las mejores secuencias de la película están rodadas en un solo plano, de un tirón, aún siendo de un virtuosismo técnico aparentemente imposible de conseguir sin un ordenador ó una elaborada postproducción posterior. De verdad que aunque sólo sea por estos prodigios merece la pena no perdérsela, nada que envidiar a lo más sofisticado que se pueda escoger de “Salvar al soldado Ryan”, por poner un ejemplo. Aquí la cámara, nosotros, es sólo un pringao más escapando en una persecución salvaje, o esquivando las balas en medio del caos.
Flipar también con la música, escogida con muy buen gusto y colocada en su justo lugar. Mención especial para una canción de King Crimson que me recordó a mis años mozos, y a una sorprendente recreación de la portada del “Animals” de Pink Floyd que un influyente personaje tiene montada en su terraza.
Para su desgracia, un par de días después de ver esta peli se me ocurrió ver “Diamante de sangre”…, en fin, nadie exageraría si dijese que compararlas sería como comparar a Dios con un gitano, y perdón por las minorías “oprimidas”…
Curiosamente, a pesar de estar basada en situaciones reales y pretender mostrarse con toda la crudeza necesaria, “Diamante de sangre” es un anuncio de colonia al lado de “Hijos de los hombres”, donde todo es ficción…, al menos por ahora…

Hacerme el favor, verla cuando podáis, además de disfrutarla como unos enanos podremos debatir enconadamente sobre su significado, tema nada sencillo, aviso.

5 comentarios:

Jeremías Pinkerton dijo...

Recáspita, me pongo a bajarla inmediatamente....y a le contaré.

John Snow dijo...

A mi me impresionó mucho una de esas escenas (concretamente la del coche), de hecho incluso la paré para verla a camara lenta.

La pelicula está bien, aunque es un poco rara y lenta en algunos puntos. Pero sólo esa escena merece la pena.

Kaida dijo...

Pues al final resulta que ya la tenía. Mañana te la devuelvo ;).

Manu, The Java Real Machine dijo...

Tremenda... la vi hace unas semanas, y me encantó...

Un buen guión, unas secuencias impactantes...

La salida del edificio.... impresionante.

Cipriano dijo...

Para la escena del coche (la primera, porque hay otra que también te pone los pelos de punta...) se inventaron un aparato que permitía mover la cámara por dentro y fuera del coche con total libertad (tengo curiosidad por saber cómo es). Cuando vi esa escena pensé que la habían rodado en un estudio y con el escenario incrustado después, pero no, parece que fue bastante artesanal.
A nivel técnico la pelicula es impresionante, pero en cuanto a emociones no se queda atrás.
La escena de la escalera es arriesgada, para algunos puede resultar incluso ñoña si me apuras, pero a mi también me pareció emocionante.