Qué vi el Finde

Pues esta es la versión oficial: “Desde 1985 la música clásica y el pop se combinan de forma magistral en Night of the Proms. Los mejores artistas del pop mundial interpretan sus éxitos junto a una banda eléctrica y acompañados por orquesta y coro.”
La verdad es que yo no había oído hablar de esto en mi vida y tampoco tenía muy claro qué es lo que iba a ver el sábado por la noche, sólo sabía que tocaba Mike Oldfield, que el precio no era muy caro, y que era un concierto para estar sentado (ya he renunciado a estar dos horas de pie sorteando cabezas y empujones, y encima pagar por ello).
La cuestión es que la idea es muy buena; se coge una orquesta clásica, una banda eléctrica típica de rock y un coro con un montonazo de voces, y cada año se invita a una serie de artistas consagrados a hacer una gira por el mundo con estos músicos. Los artistas invitados sólo tocan sus éxitos más famosos y un máximo de 4 canciones, a excepción del artista principal que se explaya un poco más, pero no mucho más, eh?.
Este año, (y al menos en los conciertos que han dado en España) la lista se componía de Mike Oldfield como artista principal, Tears for Fears, Ana Torroja, John Miles, Rosa Cedrón, Tony Henry y Chico & the Gypsies, un esqueje de Gipsy King (no puede ser todo perfecto...).
Aunque sólo fuese un trozo, fue una maravilla oír tocar a Mike Oldfield el “Tubular Bells” con una orquesta. También tocó otro trozo del “Onmadawn”, y acabó con canciones sueltas ultrafamosas como “To France”, “Shadow on the wall”, y “Moonlight Shadow”.
Tears for fears cantaron sus cuatro canciones de éxito, incluyendo la canción que han compuesto para el juego de xBox “Gears of War”, que seguramente conoceréis por el anuncio de la tele.
Ana Torroja cantó sólo canciones de Mecano, además e lucir unas piernacas muy chulas a pesar de su edad (y su estatura).
Para quien no le conozca por el nombre, John Miles es el autor de un pedazo de canción que con el tiempo se ha convertido en un himno a la música, y que se llama, como no podía ser de otra manera, “Music”. Evidentemente la tocó en el concierto, pero como parece ser que todavía vive de las rentas de este éxito y no se ha molestado en hacer más cosas, el resto de sus intervenciones consistieron en versiones de canciones ajenas y colaboraciones con los que había por allí. Digno de mención fue la versión de “La sagrada familia” de Alan Parson, que al estar tocada con orquesta incluida sonó mejor que cuando la toca el propio Alan Parson, que suele venir sin orquesta.
Tony Henry es un cantante de ópera negro, de esos que te tiemblan las canillas cuando se ponen a dar voces. Cantó algo de ópera y algo de música moderna, versión de “Delilah” de Tom Jones incluida.
Los garbanzos negros fueron para mi los Chico & the Gypsies, exponentes empecinados del loailo llevado a la cumbre. Sorprendentemente parece que gustaron a una parte importante del público, hasta se levantaron tres individuas de sus butacas (por desgracia bastante feuchas ellas) y se pusieron a hacer cucamonas con las manos como si bailaran flamenco..., por suerte no nos taparon nada digno de mención. Por otro lado, que los artistas sólo pudieran tocar un máximo de cuatro canciones nos vino de perlas en esta ocasión.
En total el concierto duró unas tres horas, con un intervalo de 20 minutos entre medias para echar un pis, tomarte algo y fumarte un cigarro en plena zona de NO fumadores si tienes un morro que te lo pisas y te importan un huevo los demás y las leyes.
El resultado final fue un concierto atípico y muy chulo, del que salí con la sensación de que sería difícil de repetir.
Puedo prometer y prometo que los puntitos de la foto se corresponden al momento de la actuación de Mike Oldfield.